martes, febrero 23, 2010

La fábrica de hielo del olvido

“Es hora de hablar
De la quimera de otra vida,
De lo que no supimos expresar,
Del trapecio que ante la nada oscila,
De tragedias y triunfos que duran un segundo,
De alterar el destino
Y de la fábrica de hielo del olvido.

(…)

Es hora de hablar
De la culpa y la madre del castigo,
De hacerse viejo entre tus enemigos,
Del lento proceso de derrumbe
Y que nunca hablamos de lo que hay que hablar,
De secuencias de presagios que se cumplen
Y que quiero hacer muchas cosas por ti,
Las más posibles”


[Tras el tibio “Hellville de Luxe”, Bunbury no ha tardado mucho en publicar nuevo material (y eso que la fecha de lanzamiento de este nuevo trabajo se aplazó cuatro meses): “Las consecuencias” es el sexto disco de estudio en solitario del maño y, con toda probabilidad, lo más interesante que ha parido el músico de bizarra vocalización en el último lustro (la reunión de los Héroes del Silencio no cuenta, claro). Sin ser su mejor trabajo, “Las consecuencias” presenta nueve temas de su autoría y una versión del tema de Jeannette “Frente a frente” que le da mil vueltas al original (la “bunburyzación” ha sido de lo más satisfactoria). Advertía el propio Enrique que éste sería su disco más oscuro y lento y no engañaba. No encontramos aquí ningún tema especialmente radiable a lo “Lady blue” ni uno de esos ritmos contagiosos que le meten a uno una inyección de buen rollo en el cuerpo como pudieran ser “Sí” o “La señorita hermafrodita”, sino que en esta ocasión Bunbury se pone más profundo que nunca para firmar canciones de corte intimista que van de lo simplemente interesante a lo deslumbrante, como en el caso de “Ella me dijo que no”, “De todo el mundo” o “Es hora de hablar” (a la que pertenecen los versos de ahí arriba). En general, “Las consecuencias” me parece un disco más sólido que el precedente, elegantemente producido (los arreglos instrumentales son magníficos) y al que quizás sólo le falte algún pelotazo cañero para conseguir despertar esa fascinación que me produjeron en su día discos como “Flamingos” o “El viaje a ninguna parte”. Con todo, se trata de un nuevo tanto a favor del aragonés errante y eso siempre es motivo de celebración. Ahora, a esperar las fechas del directo.]

6 comentarios:

charlie furilo dijo...

Apenas lo he escuchado un par de veces, ni siquiera completo, pero de momento me ha dejando muy buenas sensaciones....¿no te parece que se ha "nachoveguizado" un poco en este disco?

Jero Piñeiro dijo...

Lo cierto es que "El tiempo de las cerezas" parece haber despertado en Bunbury la necesidad de ser más cantautor, más letrista, y menos estrella del rock. Supongo que por influencia de Vegas, aunque la verdad es que a mí me da la impresión de que a quien realmente pretende imitar es a sus ídolos anglófonos: Johnny Cash, Leonard Cohen, Tom Waits, Nick Cave...

Ѕilυiα dijo...

Pues yo estoy con Charlie... se ha Nachoveguizado, no se si sin querer o queriendo pero lo ha hecho... Yo tampoco he escuchado mucho el disco pero me gusta, además me apetece ver un concierto tranquilito.. Yo he hecho mi quiniela y calculo que en octubre estará en Zaragoza (para Pilares of course) :p

Jero Piñeiro dijo...

No sé... Si os fijais muchas de estas canciones son puro Bunbury, incluso recuerdan a otras composiciones suyas anteriores. Lo que pasa es que ha perdido esa predilección por los sonidos latinos que se dejaba notar en los discos anteriores a "El tiempo de las cerezas" y, creo yo, ha girado hacia un rollo americano que ya tenía muchísimo protagonismo en "Hellville" (salvo quizás en "Irremediablemente cotidiano", que estaba más próxima a "El viaje...").

Incluso recupera la armónica para darle un toque Springsteen (bordeando el plagio a "The Promise land") en el tema que da nombre al disco.

Tengo la impresión de que, musicalmente, Enrique pasa por etapas geográficamente localizables, y si los Héroes comenzaron con una fuerte conexión con la música británica (un combo Led Zeppelin + U2) para luego mirar a Oriente ("La chispa..." o "Flor de loto" no existirían sin sus viajes por la India) en solitario primero se fijó en la música tradicional española y mexicana y ahora tira por la americana (se nota incluso en las letras, más de cowboy que nunca). De algún modo, el tío se va reinventando tomando prestado de aquí y de allá cada vez que comienza una nueva etapa creativa (y está claro que entre "El viaje..." y "Hellville" ha habido un "cambio de bobina", que diría Tyler Durden).

Pero bueno, son todo apreciaciones personales.

Como letrista, creo que a Bunbury aún le faltan un par de petisuís para poder compararse con Vegas...

Por otro lado (y acabo ya con este ladrillo): teniendo en cuenta que la gira comienza en EE.UU. es probable que hasta después del verano no tengamos conciertos en España (lo de Pilares parece cantado, jejeje). Como yo aún estaré por los madriles (salvo en agosto), cuento con verlo en algún teatro de por aquí (porque será gira de teatros, ¿no?)

charlie furilo dijo...

Jodo petaca! Menuda argumentaciónPues no tengo nada más que añadir. Me has convencido del todo... jejeje.

Ѕilυiα dijo...

Jajaja... vale, creo que a mi también me has convencido... en serio ¿eh? por lo menos tiene su lógica :p