domingo, octubre 25, 2009

La comedia indie del año. Protagonizada por mí. O casi.

Esto es difícil de asimilar: alguien (al parecer dos tipos llamados Scott Neustadter y Michael H. Webber) ha cogido los tres últimos años de mi vida y los ha plasmado en un guión para el cine sin mi permiso. ¡Qué ultraje, qué ofensa, qué osadía…! Vale, de acuerdo, los fulanos en cuestión han introducido un par de cambios: la acción se desarrolla en EE.UU., el protagonista responde al nombre de Tom y en lugar de dibujante de comics frustrado es dibujante de edificios frustrado (es decir, arquitecto frustrado). Pero todo el resto de la peli parece extraído del diario íntimo que nunca empecé a escribir.

Ah, ¿aún no he dicho de qué película se trata?


Vale, empecemos por el principio: el viernes pasado se estrenó en España la cinta “500 días juntos” - terrible traducción de “(500) days of Summer” -, dirigida por el debutante Marc Webb y protagonizada por Joseph Gordon-Levitt (el talentoso joven intérprete de “Brick” y “Oscura inocencia”) y Zooey Deschanel (aquella dulce mirada azul que ya me encandiló en “El incidente”). La película narra, empleando de forma espléndida y nada confusa el recurso del flashback-flashforward, los 500 días que duró la relación-obsesión de Tom (Gordon-Levitt) con Summer (Deschanel), una suerte de ¿novia? ¿amiga con derecho a roce? que conoció un día cualquiera, cuando menos se lo esperaba.


No sé si os habéis fijado, pero siempre hay una comedia indie del año. Da igual que se titule “Little Miss Sunshine”, “Juno” o “(500) days of Summer” (me niego a usar el título en castellano, ya veis). El caso es que todas ellas comparten un sentido del humor cínico plagado de referencias a la cultura pop, una banda sonora calculadamente escogida para darle el gusto a los melómanos más modernillos y la autoconsciente pretensión de hacer reír, pensar y sentir al mismo tiempo. Debo añadir que, al menos en los tres casos citados, yo mismo he concluido mi opinión con ese rotundo y manido “es la comedia indie del año”.

Además, en el caso de “(500) days of Summer” reconozco que, mientras la veía, lo he pasado muy bien y también un poco mal. Y es que el maldito personaje protagonista, Tom Hansen, se parece tanto a mí que asusta. No físicamente, claro. Pero el período de su vida que el libreto de la cinta relata me resulta tan familiar y reciente y sus reacciones tan parecidas a las mías que, por momentos, he revivido algunos de mis mejores y peores instantes de los últimos años.


Es por eso que se me hace difícil valorar esta película de forma objetiva. Sí puedo decir que la película está bien dirigida, haciendo uso de recursos audiovisuales originales (la pantalla dividida cuando Tom acude a la fiesta en el ático, la nada sutil parodia al cine de Ingmar Bergman) y otros no tanto, pero igualmente efectivos (el glorioso número musical o, en conjunto, toda la escena en el IKEA); que está estupendamente editada (como decía antes, consigue ir adelante y atrás en el tiempo de forma continua pero sencilla, aportando un plus de distinción al desarrollo de la historia), o que las interpretaciones son, en el peor de los casos, correctas. Pero también podría añadir que los secundarios son ligeramente tópicos (los amigos de Tom, concretamente la niña superdotada, parecen “estereotipos de comedia indie del año” que ya no generan esa simpatía que podrían haber despertado hace 5 ó 10 años) o que la conclusión, pese a estar plena de sentido, parece destinada a restar un par de puntos de cinismo al conjunto.

Con todo, como decía, no puedo ser objetivo con esta “(500) days of Summer”, como no podría serlo al juzgar mi propia vida ni prácticamente cualquier historia (porque la vida, al fin y al cabo, no es más que otra historia) en la que la adorable (aunque también odiosa) protagonista femenina suelte perlas como “…me encantan los Smiths: to die by your side is such a heavenly way to die…


Esto es, en fin, lo que a veces hace que una película notable adquiera un significado sobresaliente para un espectador en concreto. Cuando existe esa conexión, ni todas las razones del mundo pueden lograr que una persona deje de amar, ya sea a una película o a una persona. Eso sólo lo consigue el tiempo, con el paso de las estaciones.

Ah, un último detalle memorable. La cinta se abre con estas palabras, que me hicieron esbozar la primera sonrisa de esa hora y media que no creo que pueda olvidar fácilmente:

“La obra que viene a continuación es una ficción. Cualquier parecido con personas vivas o muertas es una mera coincidencia.

Especialmente tú, Jenny Beckam.

Zorra.”


PD: Sigo esperando los royalties que me corresponden por haber usado mi vida como inspiración para el film. Lo único que me consuela es que, finalmente, haya sido una buena película. Es más: una película sincera.

6 comentarios:

Quela dijo...

Bueno, pues entonces tendré que ir a verla, seguro que será como mínimo interesante y sorprendente. Yo ayer, estuve en Santiago,ja,ja,ja despues de las conferencias que tuve que aguantar, me fui al cine, vi Agora, la verdad no tengo mucho que decir, mejor dicho, no tengo mucho que añadir a la reseña que has realizado, puesto que comparto opinión, una vez más, contigo.
Sobre lo que has escrito, en esta entrada,"ni todas las razones del mundo pueden lograr que una persona deje de amar, ya sea a una película o a una persona. Eso sólo lo consigue el tiempo, con el paso de las estaciones", yo añadiria que aún, el paso del tiempo no es nada, si la voluntad propia no te hace querer desear ese pasar de las estaciones o que los hechos que ocurren durante ese tiempo, te hagan borrar, olvidar o superar eso, ya que sino tu voluntad no te deja olvidar.
Que tal por la gran ciudad?, disfrútala. Por cierto, magnífica entrada la de Mayúscula, si hay alguien que se merece aquello que desea, ese es J (mayúscula), enhora buena.

marguis dijo...

Al fin la has visto eh? Y veo que te ha gustado tanto como a mi... ves... a veces coincidimos plenamente!!
El toque Smiths-Pixies me parece genial, reivindicar grupos indies siempre les va bien a estas producciones indies del año... y el número musical es lo mejor, no podía dejar de sonreir como una tonta durante toda la escena...

Jero Piñeiro dijo...

Quela: como dice Bunbury, "el tiempo no cura nada, el tiempo no es un doctor". Y, aún así, hay cosas que necesitan voluntad y también mucho tiempo. Hay que darse margen para asimilar, entender, perdonar y olvidar. Y luego, a otra cosa mariposa... La gran ciudad es un sitio fabuloso lleno de atracciones y tentaciones. Tengo que ser fuerte para no convertirme en un ociópata desencadenado, jijiji...

Marguis: es verdad que a veces coincidimos, aunque sean pocas, jejeje... En este tipo de "pelis indies del año" la música es un 40-50% de la gracia (a mí esta peli en concreto ya me ganó para la causa con el "Us" de Regina Spektor en los créditos iniciales). La banda sonora, recién descargada de internet, me está dando muy buenas vibraciones. Hablando de lo cual, el número musical es estupendo y, pese a ser un recurso bastante habitual, funciona de maravilla dentro de la peli. Además, el montaje entre la entrada en el ascensor y la salida le pone el broche de oro...

ROA dijo...

Que buena Gero, tenía muchas ganas de verla pero después de esta pedazo descripción aún más, estoy escuchando la B.S.O en Spotify y da buen rollo, del Viernes no pasa.

¿Que tal todo por Madrid??

P.D: Tengo que hablar contigo, un proyecto que tengo ahí entre manos, a ver si tienes alguna idea para un negocio que quiero montar.

Sólo te digo el nombre: KIDULT, creo que los artistas como tú, ya se intuye lo que quiere decir la palabra.

Un abrazo

Jero Piñeiro dijo...

ROA: tengo entendido (por mi hermano, que también la quiere ver) que en Galicia no se ha estrenado en ningún cine (quizás en Vigo, en Santiago, Narón y Coruña fijo que no); así que vas a tener que tirar de medios no legales, jejeje... Por aquí todo muy bien, aunque ahora que empecé con el master noto que se me escapa el tiempo entre las manos. Si quieres hablar de cualquier proyecto que se te ocurra, no dudes en mandarme un e-mail (tienes mi dirección en el perfil de blogger, aunque creo que ya la tenías de antes, ¿no?)

Otro abrazo para ti ;)

JL Cancio dijo...

No te preocupes... el guión fué escrito para que todos nos identifiquemos con Tom Hansen porque, vamos a ser sinceros, todos fuimos obsesivos y dimos vueltas atrás de algún amor imposible. Saludos